Abasto Magazine

January/February 2011

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Noticias Inmigrantes latinos viven más Las investigaciones señalan que los inmigrantes mexicanos que hacen ejercicio con regularidad, comen sano y viven en comuni- dades estrechamente unidas ilustran por qué, en promedio, los latinos viven más que los blancos y negros no latinos. Ese estilo de vida puede extender el tiempo de vida, como se ha señalado en un informe federal, efectuado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que ha sido publicado recientemente. Arroja que los latinos de Estados Unidos viven en promedio 80.6 años, frente a 78.1 años de los blancos no hispanos y 72.9 de los negros no hispanos. Los expertos denominan a esto la “paradoja de la salud de los latinos”. La gente suele vivir más si goza de ingresos más elevados, tienen más escolaridad y más acceso a la atención médica. Los latinos, en promedio, son más pobres, tienen menos escolaridad y visitan menos al médico que la mayoría de los americanos y, no obstante, tienen vidas más largas. El informe de los CDC –el primero que examina las expectati- vas de vida de los hispanos en EU– confirmó lo que dos investigadores universitarios venían diciendo desde los años 80. David Hayes-Bautista, director del Centro para el Estudio de la Salud y Cultura de los Latinos de la Universidad de California en Los Ángeles, y Kyriakos Markides, profesor de envejecimiento en la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, han hallado en repetidos estudios que los hispanos tienen índices de enfermedad más bajos (incluidos cáncer, apoplejía y cardiopatías, las tres causas principales de muerte en EU). Hayes-Bautista recomienda más investigación para depurar las razones de esa paradoja; no obstante, señala que la dieta y el ejercicio con probabilidad están entre los factores, lo mismo que el fuerte sentido de comunidad y los estrechos vínculos familiares. Los estudios indican que estas circunstancias pueden mejorar la salud. La investigación de Markides ha averiguado que los inmigrantes latinoamericanos están significativamente más sanos que los latinos nacidos en EU. Casi el 40% de los latinos del estudio habían nacido fuera de Estados Unidos. Markides opina que la gente que emigra de sus países de origen está más sana que quienes no emigran. Los inmigrantes legales están obligados a pasar exámenes médicos en Estados Unidos, mientras que los inmigrantes ilegales han de realizar arduos viajes para cruzar la frontera. Además, es más probable que los inmigrantes latinos beban y fumen menos, prueben menos drogas y no se contagien de enfermedades venéreas que otros, señala Markides. Pero los latinos tienen un índice más alto de diabetes. Los investigadores creen que quizá tengan una predisposición genética a esa enfermedad, dijo Markides. Entre los latinos nacidos aquí suele haber más casos de diabetes que entre los inmigrantes porque sus índices de obesidad son más altos. Niños cambian alimentos por comida chatarra Muchos niños se saltan las comidas y se llenan a base de comida chatarra, de acuerdo con una nueva encuesta de la Asociación Dietética Americana (ADA). La encuesta de la Fundación ADA, continu- ación de la encuesta de 2003, consistió en interrogar a 1,193 pares de padres y a sus hijos, de 8 a 17 años, sobre sus hábitos de alimentación y actividad física, así como sobre el conocimiento que los padres tenían acerca de la conducta de sus hijos. La encuesta arrojó que el 42% de los niños caucásicos, el 59% de los negros y 42% de los hispanos no desayunan todos los días. Además, el 12% de los caucásicos, el 18% de los negros y el 12% de los hispanos dijeron que rara vez o nunca desayunan. La doctora Katie Brown, dietética registrada y directora de la Fundación ADA, afirma: “La investigación ha 14 - Ene/Feb 2010 mostrado que la desnutrición infantil es una preocupación seria en Estados Unidos, independientemente del peso que tengan los jóvenes, y si estos se saltan las principales comidas, que las que tienen mayor contenido de nutrientes, su capaci- dad de aprender, así como su conducta y su desarrollo pueden quedar afectados”. En congruencia con datos de las organizaciones de investigación de mercado, la encuesta de la Fundación ADA halló que ha ocurrido un incremento significativo de comidas diarias que se consumen en el hogar, frente a lo que ocurría en 2003: de 52 a 73% en 2010. Sin embargo, algunos jóvenes, según sus propias declaraciones, se saltaban las comidas: 22% entre jóvenes caucásicos, 34% de jóvenes negros y 38% de jóvenes hispanos informaron que no cenaban cada día. Se constató que 3% de los caucásicos, 5% de los afroamericanos y 5% de los hispanos nunca o rara vez cenaban. La mayoría de ellos suplían el alimento de las comidas formales con snacks, según la encuesta. La más de la mitad de ellos (de 57 a 59%) informaron de que comían snacks en seguida después de la escuela; un cuarto dijo que comían snacks mientras veían la televisión siempre o todas las veces, y otro cuarto dijo que regularmente comían chucherías después de la cena.

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