de Nuestra Portada
Soplan vientos de cambio
Por qué la industria alimenticia debe ser proactiva y no esperar a que el gobierno regule los métodos de elaboración
y promoción de productos Por Alexandra Vilchez
A medida que Estados Unidos comienza a aprender en qué consiste la reforma al sistema nacional de salud, dos importantes
temas de este ramo no cambiarán para la industria de los alimentos: los costos del cuidado de la salud seguirán al alza en el ramo y la dieta americana será la principal causa de los explosivos costos de la medicina.
El hecho simple es que la legislación aprobada abarcará más, pero hará poco o nada para controlar los costos o mejorar el bienestar de la sociedad. Los expertos creen que algún día en un futuro no demasiado distante, cuando los costos de la salud lleguen a consumir un cuarto de la economía del país, a alguien se le ocurrirá, en el curso de las cosas, que la industria alimentaria necesita una reforma legislada.
Un grupo de trabajo creado por la Casa Blanca para combatir la obesidad infantil ya ha emitido dos recomendaciones respecto del marketing de los alimentos, a tenor de los cuales la industria de comidas y bebidas debe ampliar su programa autorregulatorio hasta cubrir todas las formas de marketing para niños y las tiendas deben evitar aquella publicidad dentro de las tiendas que promueva productos insalubres para los niños.
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Nov/Dic 2010