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formulario, la Oficina del Censo deberá enviar encuestadores de casa en casa, lo que costaría al erario alrededor de 90 millones de dólares”, aseguró. Oposición Pero no todos están de acuerdo. La Coalición Nacional Latina de Ministros y Líderes Cristianos (Conlamic), una organización con sede en Washington que agrupa a 20 mil iglesias cristianas hispanas con representación en 34 estados, está diciendo a los indocumentados que destruyan los cuestionarios y que no abran la puerta a los encuestadores cuando lleguen. “El boicot al censo es una medida de presión para que el Congreso y las autori- dades legalicen a los indocumentados”, comentó Miguel Rivera, presidente de la Conlamic. De acuerdo con el reverendo, la campaña se llama Antes de contar, nos tienen que legalizar y la iniciaron los primeros meses de 2009 cuando se dieron cuenta que el presidente Barack Obama parecía no tener interés en una reforma migratoria. “Nuestros asesores nos dijeron que la reforma era una mentira, que no se daría”, recordó Rivera. Según el religioso, la posición de Conlamic es una de principios, porque los indocumenta- dos carecen de representación política y derechos constitucionales, ya que no pueden votar. “Además, la supuesta representación Mayo 2010 - 21 política que ganan la pueden usar contra ellos”. A manera de ejemplo dijo que la información del censo del año 2000 se usó para instalar el programa de deportaciones 287(g) en los 67 condados del país que mostraron mayor crecimiento de hispanos. “Fue la oportunidad que usaron políticos oportunistas para pasar leyes antiinmigran- tes”, dijo. Rivera agregó que el censo pone en peligro a los indocumentados, porque éstos no tienen beneficios de los fondos federales, excepto en el caso de las escuelas públicas. “En la reforma de salud que se está debatiendo el presidente Obama ha dicho que los indocumentados no recibirán seguro médico, ni siquiera pagándolo de su propio bolsillo”. Miedo De cualquier manera, aún sin esta campaña de Conlamic, el temor entre la población indocumentada a las autoridades de inmigración es patente. Rodrigo Posada, quien forma parte de un proyecto para promover el Censo 2010 en tiendas hispanas de Atlanta y sus alrededores, comentó que ha encontrado mucha descon- fianza entre clientes y propietarios de establecimientos donde deja estos anuncios. “Creo que la gente tiene miedo y a muchos no les queda claro que esto no está ligado a inmigración”, opinó.